Leopoldo Alas, "Clarín" |
De La Regenta pasé
a Clarín. A todo Clarín: seguí con Su único
hijo, también en la edición de Alianza[3]; con
los artículos aparecidos en prensa, algunos en su compilación clásica[4],
otros recuperados por editores modernos[5], e
incluso otros inéditos porque Leopoldo Alas –cuando, aún adolescente, ni
siquiera soñaba con ser Clarín– conformaba
con ellos el periódico manuscrito Juan
Ruyz[6];
y, por supuesto, con sus cuentos, con sus magníficos cuentos; de ellos
poseo varias ediciones parciales y populares en las que figuran los más
difundidos, pero en cuanto vi que la editorial Cátedra había publicado su opera omnia cuentística en una edición
al tiempo rigurosa y asequible[7], me
hice con un ejemplar. Se trata de un volumen en el que se presentan, ordenados
cronológicamente y sobriamente anotados, más de un centenar de trabajos que
comienzan con “Historia de un papel de cigarro” (Juan Ruyz, 1, 8 de marzo de 1868) y que concluyen con “Aprensiones”
(El gallo de Sócrates, Maucci,
Barcelona 1901); entre medio, todos los demás, desde los más famosos hasta los
más ignotos; algunos difícilmente se pueden clasificar como textos narrativos:
son apuntes, esbozos, cuadros costumbristas, fragmentos inacabados e incluso
proyectos de comedias en verso claramente irrepresentables, géneros híbridos
entre el relato, el artículo y el pastiche teatral.
A uno de estos textos menores es al que me voy a referir en
esta entrada: su título es “Apuntes para un cuadro (fragmento)” y solo ocupa
dos páginas (361 y 362) de la edición que utilizo; en nota se señala que
apareció en La Publicidad el 1 de
enero de 1883. Trata de las aspiraciones de un escritorzuelo para entrar en la
redacción de un periódico que se va a fundar; interrogado sobre sus habilidades
(sus competencias, diríamos ahora), responde que sabe hacer todo y dice, literalmente, que lo principal es hacer frases. Yo, aquí donde
usted me ve, tengo hechas más de siete mil. Mi especialidad son las revistas
semanales. Y comienza a hilar frase tras frase, disparate tras disparate,
barbaridad tras barbaridad. Es una caricatura gruesa de uno de tantos plumillas
que pululaban por las redacciones de finales del siglo XIX. Así lo presenta el
autor: Clarín, probablemente dando por
agotado un tema ya de por sí pobre, desistió de profundizar en él y, con toda
seguridad, lo olvidó, dejándolo en estado fragmentario; así lo percibe el otro personaje, el director de la publicación, que
finalmente se plantea contratarlo únicamente para hacer fajas para el periódico;
y así sin duda lo entendieron los lectores que celebraban el año nuevo de 1883.
Y, sin embargo, yo no he podido compartir esa percepción. Esas
frases que en el último cuarto del siglo XIX sonaban huecas, vacías y ridículas
me han parecido de una enorme modernidad. Cuando el aspirante a redactor
propone asuntos para hacer frases, el
tema que elige es el tiempo: más insustancial, imposible; y hace frases como estas: El ciclón es el judío errante del cielo, es
la desolación que no se para. El granizo es el perdigón con que mata el
invierno las flores, esas aves con raíces. La aurora boreal es el rubor del
cielo. De ahí pasa a las flores: Un
clavel es una endecha perfumada. Una azucena es el cáliz en que oficia el
sátiro, ese sacerdote de la selva, con la sangre del dios Pan. Y a los
avances técnicos: El globo es… la oración
que eleva a Dios el progreso humano. Una imprenta es la colmena de donde sale
la miel de la inteligencia; las cajas son los panales, los cajistas las abejas…
Sí señor, y los escritores suelen ser los zánganos. Luego mezcla temas sin
orden ni concierto: Satanás es la sombra
de Dios. El bostezo es el suspiro del hastío. La gula es una lujuria refinada.
Las estrellas son los puntos suspensivos del misterio universal. Finalmente
se refiere a sus contemporáneos en alusiones que los lectores de entonces
captarían sin trabajo, pero que en nosotros, lectores del siglo XXI, exigen una
notable erudición; sirva como ejemplo la siguiente frase referida al general Francisco Serrano y Domínguez, duque de
la Torre, regente de España entre 1869 y 1871, en la época en que Prim
intentaba convencer a Amadeo de Saboya para que aceptara la corona de España: La fórmula del duque de la Torre es el
suspiro del moro del ex regente.
Ramón Gómez de la Serna en 1928 |
Si, según la definición clásica de Ramón Gómez de la Serna, Humorismo + Metáfora = Greguería, temo que las primeras greguerías no se
deben a Ramón, sino a Clarín. También temo que ninguno de los
dos llegó ni siquiera a sospecharlo.
[1]
“Clarín”, [seud. de] Leopoldo
[Enrique García -] Alas [Ureña]: La
Regenta.- Alianza Editorial (El Libro de Bolsillo n.º 8), Madrid [15
1983].- 678 págs. (18 x 11).
[2]
“Clarín”, [seud. de] Leopoldo
[Enrique García -] Alas [Ureña]: La
Regenta. Quinta edición.- Edición, introducción y
notas de Gonzalo Sobejano [Esteve].-
[Editorial Castalia] (Clásicos Castalia núms. 110 y 111), Madrid 5
[1989-1990].- 2 tomos: t. I, 578 págs., ilustraciones en negro; t. II, 540
págs., ilustraciones en negro (18 x 10,5).
[3]
“Clarín”, [seud. de] Leopoldo
[Enrique García -] Alas [Ureña]: Su
único hijo.- Alianza Editorial (El Libro de Bolsillo n.º 21), Madrid [5
1982].- 277 págs. (18 x 11).
[4]
“Clarín”, [seud. de] Leopoldo
[Enrique García -] Alas [Ureña]: Solos
de clarín.- Prólogo de José [de] Echegaray
[y Eizaguirre].- Alianza Editorial (El Libro de Bolsillo n.º 350), Madrid
[1971].- 368 págs. (18 x 11).
[5]
Clarín [seud. de Leopoldo Enrique García - Alas Ureña]: Obra olvidada. Artículos de crítica.- Selección
e introducción de Antonio Ramos – Gascón.-
Ediciones Júcar (La vela latina n.º 2), [Madrid 1973].- 269 págs. (20 x 12,5).
[6]
“Clarín”, [seud. de] Leopoldo
[Enrique García -] Alas [Ureña]: «Juan Ruiz».-
Transcripción, introducción y notas de Sofía Martín
– Gamero.- Espasa - Calpe, S. A.
(Selecciones Austral n.º 134), [Madrid 1985].- 489 págs., ilustr. en negro (17
x 11).
[7]
“Clarín”, [seud. de] Leopoldo
[Enrique García -] Alas [Ureña]: Narrativa
completa I. Cuentos.- Edición, introducción y notas de Francisco Caudet [Roca].- Cátedra (Bibliotheca
Avrea), [Estella 2010].- 1133 págs. (21,5 x 14).
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